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W. Griem, 2020
DOMEYKO (1840): Valenciana de Cobriza
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Intro Chañarcillo
Perfil del depósito de Chañarcillo: Sector
Valenciana.
Véase el perfil en total
Detalle de Mina Valenciana, de: Castro, Rafael y Ordoñez: Comisión Científica del Pacifico, expedición española 1862 - 1866
Carta de las minas, pertenencias y vetas en el sector de mina Valenciana; orientación cambiada a "norte arriba".
Personas de Chañarcillo 1864
Los textos originales fueron digitalizados, transformados a ASCII, redactados y traducidos por Dr. Wolfgang Griem.
Chañarcillo: Mina La Valenciana - Listado general - geología
Domeyko (1840): Excursiones
y Trabajos entre 1840 y 1873 (Publicado 1903)
Geología y descripciones
detalladas:
Minas de Chañarcillo
La Valenciana Cobriza (1840):
La Valenciana Cobriza (1840):
Esta mina está situada en la cumbre del segundo filón
(de San Francisco) en su mismo contacto con el manto. El filón tiene aquí
más de tres cuartos de vara de potencia, es muy regular, baja casi perpendicularmente
y se desvía 15° del meridiano magnético al este. (N15°E.- S15°W). Cosa singular;
todo el filón se halla lleno de la misma ganga que la de los buenos minerales
pacos, el mismo color, el mismo aspecto, la misma masa compuesta de óxido
de fierro, de sulfato de bario, de carbonato de cal, y de arcilla, solo
que no se encuentra plata en él. El mayordomo de la mina que me conducía
por las galerías viéndome asombrado de que un filón tan ancho, tan regular
y con la misma ganga que la de las partes ricas de los filones, no produjera
nada, me dijo que la falta de plata proviene de que el cerro es aquí entero,
no agrietado, los mantos son muy regulares, no fracturados y faltan las
salbandas margosas que acompañan a los buenos minerales. Cuando este filón,
me dijo, empiece a dividirse y la roca que lo contiene, a presentar grietas
y fracturas, entonces estaremos seguros de alcanzar la plata. Se cree también
que la plata no aparecerá sino cuando se haya descendido al nivel de los
mantos pintadores de la mina la Colorada que esta todavía muy abajo del
fondo de la Valenciana aunque aquí se llega ya a más de 32 metros de profundidad.
Como el filón de la Valenciana toca al manto mismo,
hay comunicación entre los trabajos de éste y los del filón y uno se siente
muy asombrado cuando, sin saber que las dos minas se comunican, después
de haber visitado las galerías de la Valenciana que son muy inclinadas y
siguen siempre la misma dirección, se entra de repente en un vasto laberinto
de galerías horizontales que corren en todas direcciones y van serpenteando,
de suerte que no se dan seis pasos en una línea recta. Efectivamente, todo
este manto ha sido trabajado de una manera muy irregular: se tomaba una
veta y se la seguía en todos sus caprichos y sinuosidades; después, habiéndola
perdido se buscaba otra, etc. y según las grutas y toda clase de cavidades
que quedan, se ve que el mineral estaba muy irregularmente dispuesto en
bloques y papas reunidas a veces por especies de vetas muy curvadas e irregulares.
DOMEYKO (1846): Excursiones y Trabajos entre 1840 y 1873 (Publicado
1903)
Geología y descripciones detalladas:
Minas de Chañarcillo
Valenciana Cobriza (1846):
La primera pertenencia
minera que se ve al lado Norte de esta veta, es la mina denominada la Valenciana
Cobriza [aquí1],.
Tiene muy poca extensión, apenas 100 metros de longitud: posee solo una
muy pequeña parte de la ladera meridional de la montaña, pero se extiende
sobre una parte del manto, es decir, de la capa de la meseta (A)
[aquí], en la cual,
como lo hemos de ver, las masas metalíferas están repartidas horizontalmente.
Esto es causa de que una parte de los trabajos de esta mina solo presenta
un laberinto de galerías horizontales muy irregulares, contorneadas en toda
dirección.
Los primeros poseedores de esta mina extrajeron cantidades
considerables de minerales de la parte del manto que les pertenecía, y de
la línea de contacto de este manto con la veta. Pero tan pronto como se
penetró a esta última se encontró estéril, y se vieron obligados a atravesar
todo el espesor de la primera mesa-piedra (B) (más de 100 metros) sin hallar
el menor rastro de mineral de plata. En este trayecto la veta conservaba
su dirección, su inclinación y su anchura; las gangas eran a veces muy ferríferas;
las paredes bien alineadas. El minero que me acompañaba (cuando en 1840
visité esta mina por primera vez) me hizo observar que mientras la montaña
continuara siendo firme, y las paredes (cajas) bien reguladas, no
había esperanzas para la mina que solo comenzará, decía él, a producir mineral
de plata cuando las rocas que encajan las paredes de la veta se muestren
desbaratadas en esas capas, y presenten hendiduras y vetas cruzadoras. Cuando
en 1843 visité esas minas por segunda vez, se había alcanzado a 112 metros
más abajo que la capa de la meseta (A) y comenzaban a trabajar en los mantos
pintadores (C). Se sacaba ya mineral que contenía cloro-bromuros como los
de la «Descubridora» y se veían pequeñas láminas de ese mineral diseminadas
en las paredes de la caja, que a esa profundidad, encerraba 0,54 de carbonato
de cal magnesiana. Se acercaban entonces a una capa en la cual la misma
veta, en una mina vecina, llamada la Colorada, dio más de 200.000 pesos
de plata en pocos meses, y era fácil prever lo que podía acontecer a la
Valenciana cuando hubieran descendido a 25 o 30 varas más abajo, al nivel
de la mencionada capa. Efectivamente, algunos meses más tarde se encontró
en este mineral cloro-bromurado en abundancia tal, que se extraían 3 cajones
(200 qq. de ese mineral) diariamente y la ley del metal era de 0,012 a 0,015
de plata.
Cito éste hecho, que he tenido la ocasión de constatar
por mis propias medidas y observaciones, para hacer ver la regularidad con
que se encuentra dispuesta en esas vetas la principal riqueza de esas minas:
esto me recuerda esta regla general que he oído repetir a menudo por los
mineros de más experiencia de Chile, que, en las montañas estratificadas
(cerros fajados) la parte más rica de la veta (el beneficio) sigue con preferencia
por algunas capas privilegiadas y que son esas capas las que hacen metalífera
a la veta (son los mantos que hacen pintar la veta); mientras que en las
montañas macizas, no estratificadas, las partes ricas de las vetas bajan
verticalmente en forma de venas o chimeneas, y van casi siempre acompañadas
por vetas cruzadoras (cruceros): dicen que, en ese caso, son los cruceros
los que hacen pintar la veta.
Mina Valenciana de Chañarcillo en 1864: Castro, Rafael y Ordoñez: Comisión Científica del Pacifico, expedición española
1862 - 1866
en grande
Cuadro Informativo:
Textos de Ignacio Domeyko:
Geolojia por Ignacio Domeyko. - Profesor de Quimica i Mineralojía de la
Universidad de Santiago de Chile; Excursiones y trabajos entre 1840 - 1873;
publicado 1903.
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Literatura:
• Kunz, Hugo (1890):
Chile und die deutschen Kolonien. - 634 páginas: Commisonsverlag Julius
Klinkhard, Leipzig. (Colección W. Griem)
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